Nuestros músculos y el estrés

  • por Sabiduría Psicocorporal
  • 09 nov, 2017

El estrés es una respuesta adaptativa que gran parte de los seres vivos, particularmente los mamíferos desarrollamos para enfrentar o huir del peligro, esta respuesta nos es útil para lidiar con situaciones de peligro o emergencia que demandan de nuestra concentración y de habilidades específicas. Sin embargo el ser humano actual genera respuestas de estrés en situaciones cotidianas que sin representar un peligro inminente a su integridad, le preocupan o le resultan amenazantes psicológicamente, socialmente, laboralmente, etc. La persona echa andar el sistema de alerta, lo que implica la producción de hormonas y sustancias químicas, sus músculos y órganos se preparan para generar una respuesta que al no ser verdaderamente necesaria se mantiene en el cuerpo sin ser descargada.

En esta ocasión me quiero referir particularmente a lo que le pasa a nuestros músculos cuando no alcanzan a relajarse después de las situaciones de emergencia, es decir mantienen un estado de tensión permanente, lo que implica una contracción constante de los músculos.

Ante circunstancias que nos amenazan o que nos exigen de una respuesta inmediata, nuestros músculos se preparan contrayéndose para responder a la situación de emergencia que se nos presenta, se alertan para reaccionar con prontitud y “eficientemente” Esta respuesta sistémica resulta muy útil y necesaria para lidiar con este tipo de eventos en nuestra vida, sin embargo, con frecuencia los seres humanos nos mantenemos instalados física y emocionalmente en estas respuestas de alerta y emergencia.

Esta contracción muscular constante tiene implicaciones en varias áreas de nuestra vida; al no soltar la tensión muscular no descansamos adecuadamente, los músculos contraídos no se oxigenan debidamente, presionan ciertos nervios lo que nos produce dolor, sentimos rigidez y dolor en cuello y espalda y como consecuencia nos es imposible movernos con fluidez.

Te invitamos a que cuando percibas rigidez o dolor en tus músculos, te detengas y te des un tiempo para calmar tu mente, respirar enfocando tu atención en aquellos músculos sensibles y si te es posible te tomes unos minutos para aflojarlos y estirarlos.

por Sabiduría Psicocorporal 9 de noviembre de 2017
No hay una forma correcta de respirar, cada actividad de nuestra vida nos requiere una forma determinada de respirar. Cuando corremos la respiración es diferente a cuando leemos o hacemos fila en un banco.